EMILIA Y PABLO vuelven a sorprendernos

«¡QUE SE LEVANTEN TODAS LAS POESÍAS!»

Así de animosos, y rotundos, se muestran Emilia y Pablo en su nuevo single, «Música al Mundo – Pulsión», que llega hoy a plataformas digitales como tercer adelanto de «Territorio de Delirio», su esperadísimo LP de debut previsto antes del verano. El dúo chileno afincado en Madrid se ha convertido con apenas dos temas propios publicados hasta el momento -el homónimo «Territorio de Delirio» y «Temblor»– y una exquisita versión de Cesária Évora, «Tiempo y Silencio» lanzada en Youtube, en una de las sorpresas de la pasada temporada. Y en uno de los nombres a tener en cuenta, sin duda, para este recién estrenado 2021.

Se puede decir más alto pero no más claro. «¡Que se levanten todas las poesías! Que en el cuerpo se expresen las caricias», cantan Emilia y Pablo en su nuevo sencillo «Música al Mundo – Pulsión». Para luego rubricar tan necesaria proclama con otra no menos urgente: «Y que se toquen, ¡ay! Se enamoren».

Deseosos como estamos de volver al calor del roce, a la magia del tacto con el otro, lo nuevo de Emilia y Pablo se nos antoja todo un himno. Los chilenos afincados en Madrid han demostrado en apenas un par de canciones -magistrales, eso sí: «Territorio de Delirio» y «Temblor»– y una bellísima versión de Cesária Évora, «Tiempo y Silencio», lo dotados que están para las distancias cortas. Lo suyo, se diría, no son canciones, son caricias.

En este tercer adelanto del que será su ya para muchos esperadísimo álbum de debut, también bautizado como «Territorio de Delirio», Emilia y Pablo vuelven a hipnotizarnos con otro derroche de talento y sensibilidad a flor de piel. Porque «Música al Mundo – Pulsión» condensa en sus poco más de cuatro minutos muchas de las virtudes de una dupla que parece encontrarse en sempiterno estado de gracia: su desnuda sobriedad instrumental, ese poder evocador que emanan sus letras, y la voz como intérprete, como narrador, siempre al servicio de la canción.

Como en las anteriores entregas, los referentes, clásicos o contemporáneos, siguen ahí latentes: Silvia Pérez Cruz, Caetano Veloso, Jorge Drexler, Maria Arnal i Marcel Bagès o por supuesto la mencionada Cesária Évora. Pero Emilia y Pablo poseen tal carisma que les aleja a su vez de influencias, otorgándoles una identidad propia por encima de cualquier comparación posible.

«Música al Mundo – Pulsión», ya disponible en plataformas digitales, es un brillante reflejo más de esa personalidad mayúscula.

A la espera aún de su álbum de debut, Emilia y Pablo han pisado ya escenarios de ciudades como Berlín, Barcelona, Marsella o Madrid, pasando por su punto de origen, Santiago de Chile. Este pasado año, además, abrieron conciertos para artistas como Diego El Cigala, Estrella Morente y José Mercé. En su propuesta, acogida siempre con devoción, persiguen diluir los límites, tanto en el formato como en el contenido. «Creemos en nuestros cuerpos como canales contenedores de emociones, capaces de fundirse y reconfigurar nuestro tránsito en el espectáculo», aseguran.

Tan aplaudidos directos no hace sino acrecentar el interés por su cada vez más cercano primer disco, que nos llegará de la mano de la siempre inquieta cabecera Madame Vodevil. A los mandos de su producción, el insigne Diego Galaz. Responsable de trabajos para La M.O.D.A. o Quique González y alma mater de Fetén Fetén, Diego ha compartido estudio con Joaquín Sabina y acompaña en directo a músicos de la talla de Jorge Drexler, Quique González o Ismael Serrano, entre muchos otros. La grabación se ha llevado a cabo en el estudio Audiomatic con José María Rosillo (Amaral, Duncan Dhu, Christina Rosenvinge) como ingeniero de sonido, y las percusiones han corrido a cargo de Martin Bruhn (Andrés Calamaro, Depedro), encargándose del contrabajo el destacado Yerik Núñez.

Con tales credenciales, y estos tres maravillosos prólogos que nos han dejado saborear de su «Territorio de Delirio», ¿no apunta ya a uno de los discos del año?