De hacer una cover de Paul Anka a subirse al escenario con Natalia Lacunza, llamar la atención de varias discográficas y figurar en la escena pop nacional, Maria Blaya, artista murciana autodidacta residente en Madrid, se suma al éxitoso bedroom pop autoproducido.
Estrenó a finales de octubre, su primer álbum, Silencio co-escrito junto a su hermana, que cuenta con ocho canciones cantadas en español.
Este repertorio se inicia con el tema Tus besos, enlazando las últimas frases y ritmo para seguirla con Umamaea, colaboración que hace con la banda trashi. El uso de sintetizadores y autotune, lírica que recuerda al trap, confluye en un intimismo, acogiendo la indietrónica, ritmos lentos y oníricos además del lofi . Así, su sonido «se abre a un abanico de posibilidades que me deja experimentar con la música pudiendo tomar más de un solo camino» como indica la cantante, con referentes e influencias internacionales como James Blake, Billie Eilish o Frank Ocean pero también rodeada y mimetizada con los ya mencionados trashi, Casero, Ganges o Interrogación amor, con los que comparte música además de amistad.
Blaya, construye en veintitrés minutos, un mundo muy particular y envolvente de desamor y nostalgia ejemplificado en letras como “Ven, quédate, acuérdate de mi/ Miente, y di que no vas a olvidarme” “Llévate mis manos/ No quiero despedirme” en De mi para ti, su canción más sonada junto a Silencio, donde juega con sonidos melódicos, el autotune y el piano, mientras que multiplica voces y coros en No Late y Outro, que carecen de letra y dan relevancia a la atmósfera.
Sigue a Maria Blaya
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