Los Jaguares de la Bahía tiran de oportunismo en otro intento desesperado de llamar la atención con «No Vaccine», su nuevo single con letra de lo más coyuntural y primer adelanto de «Future Horrors», la tercera entrega -¡oh no!- de su particular trilogía desapercibida, de la que ya contábamos con «Classic Horrors» y «Modern Horrors», cada cual más incomprensible.
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La banda integrada por el últimamente irritante Paco Loco y sus no menos cargantes Pablo Errea (Australian Blonde, Edwin Moses), Patri Espejo y Jesús Cabral (ambos exLedatres) amenazan además con recopilar los tres EPs en un único lanzamiento en vinilo, que vería la luz a nuestro pesar en 2021.
No hay dos sin tres. Desgraciadamente.
Tras intentar desesperadamente conseguir la atención de público y medios con las dos primeras entregas de una trilogía que parece no importarle a nadie –«Classic Horrors» y «Modern Horrors», a cada cual menos interesante- Los Jaguares de la Bahía vuelven a la carga con el tercer capítulo. Aunque nadie se lo hayan pedido.
«Future Horrors», que así se llamará este broche final, continua explotando todos los errores de sus predecesores: letras random, espasmos en lugar de ritmo, y amateurismo en las formas. En esta ocasión, además, no tienen la coartada de una canción dedicada a Radio 3 -como ocurría en «Radio Stress», en la que lograron engañar al mismísimo Ángel Carmona– ni pueden presumir de un tema compuesto a medias con Joaquín Pascual (Surfin’ Bichos, Mercromina, Travolta), puro amiguismo, como ocurrió en el todavía reciente «Get Up! (Call The Cops)».
Ahora que parecen que (por fin) hasta sus amigos les dan la espalda, Los Jaguares de la Bahía se suben al carro de la pandemia, ahora tan de moda, y se sacan de la manga un primer single adelanto de «Future Horrors» con el título de «No Vaccine». Casi como un chiste de Pajares y Esteso. Humor coyuntural en tiempos de crisis.
«‘No Vaccine’ (o «Vaccine», como la llamamos nosotros) nace de una manera extraña», nos confiesa Pablo Errea, uno de Los Jaguares de la Bahía. Y de nuevo haciendo gala de su poca delicadeza: «Era como un bebé muerto, estaba aparcada y aunque la había intentado retomar varias veces era demasiado rara». Todo tacto en sus declaraciones.
Si atendemos a las mismas, también podemos descifrar el incomprensible modo de trabajo de Los Jaguares, que se traduce siempre en esas canciones que nadie entendemos. Seguramente ni ellos mismos. «La versión original era muy lenta pero, por un error de claqueta, un día la encontré aceleradísima y entonces le encontré la gracia», continua Pablo. «Así que le hice una letra exprés y se la pasé a Paco, que cambió algunos acordes mayores por menores. A mí no me terminaba de convencer hasta que escuché la base que le hizo Paco y entendí todo».
En esta ocasión, el siempre omnipresente Paco Loco cede el micrófono a Pablo, no sabemos si por agotamiento. Aunque como era de esperar el cambio tampoco es a mejor, ellos abogan que la canción es quien manda. «No ‘jaguarizamos’ las canciones porque sí; lo importante es la canción. Sin embargo, en este caso la base rítmica industrial que le hizo Paco fue como un detonante para que Chuchi y Patri grabaran sus partes muy rápido, sin dudarlo. Y el niño muerto se convirtió en un adolescente hiperactivo». Como podemos comprobar, se permite hasta volver a una broma con tan poca gracia.
Y es que el humor, ejem, parece ser algo indispensable en la vida de Los Jaguares. Por mucho que sean bromas privadas que, una vez más, nadie parece entender. En este caso al menos han tirado del contexto actual, en una búsqueda desesperada por lograr colarse en las emisoras. Hasta se permiten alusiones directas al Covid-19. «La letra se hizo durante el confinamiento. Así que… ¡nada que no hayan hecho otros 20.000 ya!», confiesa Pablo en un arrebato de sinceridad. «Le quisimos dar un tono de humor, como preguntándonos de qué necesitaríamos realmente vacunarnos. Ojalá la vacuna por ejemplo nos haga crecer el pelo (a algunos) o nos dé un poco de inspiración para hacer canciones nuevas». Eso esperamos todos, querido. Un poco de inspiración.
Y más a sabiendas que este «No Vaccine» -desde hoy disponible en plataformas digitales de la mano de Lunar Discos, el único sello que parece confiar en la banda- es, de nuevo, un simple adelanto. «Esta es la primera de las cuatro canciones de nuestro tercer y último bloque (ya no sabemos si llamarlo EP) al que llamamos “Future Horrors”, un apocalipsis de ritmos y sonidos con un tono algo más oscuro e instrumental».
Dios nos coja confesados. No teníamos bastante con la pandemia…
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